No podemos dejar de repetirlo: es esencial aplicar protector solar sobre nuestra piel para mantenerla protegida del bronceado y de las quemaduras solares.
Su uso salvará tu piel de los efectos nocivos de los rayos ultravioleta (UV), y no nos referimos sólo al envejecimiento prematuro, las quemaduras, o las manchas, hay un riesgo significativo de cáncer de piel.
Si no quieres arriesgarte, pero estás confundido sobre qué protector solar se adapta mejor a tu tipo de piel, o cómo utilizarlo, vamos a compartir contigo algunos consejos de dermatólogos que debes tener en cuenta antes de comprar y utilizar tu protector solar.
Ten en cuenta tu tipo de piel
Para elegir el tipo de protector solar adecuado para ti, necesitas saber cuál es tu tipo de piel.
Si tienes la tez grasa, entonces debes optar por una textura en gel o un spray para no aportar más grasas adicional a tu cutis.
Si es el caso contrario y tienes el cutis seco, entonces debes optar por una crema más espesa y con ingredientes hidratantes que mantengan tu epidermis humectada al mismo tiempo que la protege de los dañinos rayos UV.
Echa un vistazo a esta guía avanzada sobre escoger el mejor producto para tu tipo de piel.
Si quieres usar tu protector solar debajo del maquillaje, busca una opción de acabado mate. El bloqueador solar con acabado mate ayudará a que tu tez tenga un aspecto natural.
También te dará la protección necesaria, sin hacer que tu tez se vea brillante o grasienta.
De todas formas, el mejor protector solar es el que usas. Y sólo vas a usar uno que te guste. Para muchas personas la textura y la sensación que deja en la piel son importantes, especialmente para los adolescentes que tienen acné y no lo usan si éste deja una sensación grasienta o pegajosa en la tez.
Los deportistas que pasan mucho tiempo al aire libre pueden querer una sensación confortable que no se elimine fácilmente con el sudor.
Mientras que los padres quieren una fórmula que sea fácil de aplicar a sus hijos que se mueven mucho.
Que siempre tenga una protección UVA y UVB
En el envase debería indicar «de amplio espectro» o «protección UVA y UVB» para una protección completa de ambos tipos de peligrosos rayos UV.
Mientras que los rayos UVB son los que broncean y causan manchas, los rayos UVA penetran más profundamente en la piel y son responsables del envejecimiento prematuro y contribuyen al desarrollo del cáncer de piel.
Busca ‘SPF’ y ‘PA’
Cuando compres un protector solar para la protección contra los rayos UVB, busca el ‘SPF’. Para la protección UVA, busca el ‘PA’.
Todos los protectores solares están etiquetados con un número de factor de protección solar (FPS). Esto se refiere a la cantidad de tiempo que tarda la piel en quemarse sin ninguna protección y el tiempo que tardaría si utilizara la cantidad adecuada de protector solar.
Un FPS es la relación entre la cantidad de UV que causará quemaduras de sol en la piel protegida por el filtro solar, en comparación con la de la piel sin protección. Por eso, para filtrar un gran porcentaje de los rayos dañinos del sol, selecciona un protector solar con un FPS 30 o más alto.
También busca PA++, más que suficiente para tener a raya los UVA.
En este artículo tienes más información acerca de esto.
Comprueba los ingredientes
Antes de comprar el protector solar, comprueba siempre la lista de ingredientes que se indica en el envase. Asegúrate de que el producto no contiene químicos dañinos ni parabenos.
De lo contrario, puede causar reacciones alérgicas en la piel y también puede alterar las hormonas.
Además, puede contaminar los océanos y blanquear los corales. Esto no ocurre con los protectores solares ecológicos.
Lo mejor también es que contengan los mínimos conservantes, como el gel solar de Nezeni Cosmetics, lo que ayudará a evitar el efecto combinado de los cosméticos.
Si tienes la tez sensible, prueba una pequeña cantidad del producto en tu brazo antes de aplicarlo por todo el cuerpo o la cara y comprueba si hay alguna reacción hasta 48 horas después.
Las personas alérgicas o intolerantes a las sustancias químicas de los protectores solares deben buscar productos etiquetados como «sin sustancias químicas».
Éstos suelen contener ingredientes como el dióxido de titanio y el óxido de zinc que reflejan en lugar de absorber los rayos del sol y es mucho menos probable que causen una reacción.
¿Cuánta cantidad usar?
Es crucial aplicarlo abundantemente, como al aplicar una capa gruesa de pintura para cubrir completamente una pared. Sin embargo, esta pared que vamos a pintar no es una superficie uniforme.
Es irregular, como la superficie de una valla, por ejemplo. Por eso necesitas darle varias capas para dejarlo uniforme.
Casi nadie se pone tanto protector solar como marcan las recomendaciones. La mayoría de la gente se pone sólo un cuarto del grosor necesario para proporcionar el nivel de factor de protección solar prometido en la etiqueta.
Por lo tanto, no importa cuánta protección solar te hayas puesto, cuanto más, mejor.
Además, hay que tener en cuenta que la protección no dura para siempre, se vuelve menos efectiva después de unas dos horas, especialmente si estás sudando o limpiándolo con una toalla.
Por eso es necesario volver a aplicar el protector solar cada dos horas si estás al sol, o inmediatamente después de nadar o sudar.
Cómo aplicarlo correctamente
Saber cómo usar correctamente el protector solar es tan importante como elegir el protector solar adecuado para tu piel. ¿No sabes si lo estás haciendo bien?
Aplícalo generosamente sobre la piel unos 15 minutos antes de salir al exterior. Esto le dará tiempo a que se absorba en la epidermis antes de la exposición al sol.
No olvides proteger las zonas más olvidadas y escondidas, como las orejas, la nuca o las aletas de la nariz.
Aplica el protector solar en tu cara después de aplicar un humectante, y antes de la base de maquillaje y otro tipo de maquillaje. Espera unos 15 minutos después de aplicar el protector solar, y luego continúa con tu rutina de cuidado de la piel normal.
Ten en cuenta que algunos protectores solares faciales no son resistentes al agua, o sólo pueden ser resistentes al agua hasta 40 u 80 minutos. Tendrás que volver a aplicarte todo el protector solar según las indicaciones, especialmente después de nadar o de sudar.
Comprueba la fecha de caducidad
Cuanto más nuevo sea el protector solar, mejor será la eficacia del producto, ya que los componentes del protector solar tienden a degradarse fácilmente, comprometiendo la eficacia del producto.
Por lo que no debe utilizarse un protector solar después de su fecha de caducidad. Además, éstos suelen conservarse a temperaturas elevadas -en la guantera de un coche o en una bolsa de playa-, condiciones que aceleran el deterioro del producto.
¿Cuándo debes protegerte del sol?
Debes estar protegido desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde desde principio de la primavera hasta finales del otoño y durante el invierno si realizas actividades al aire libre.
Los rayos del sol son más fuertes alrededor del mediodía, así que trata de evitar la exposición alrededor de esa hora.
El sol es más fuerte cuanto más cerca del ecuador y a mayor altitud, donde la atmósfera más fina bloquea menos rayos solares.
Los efectos dañinos de la exposición directa al sol pueden aumentar si hay un reflejo de la nieve, el agua y la arena de color claro. La nieve refleja hasta un 80 por ciento de los rayos solares, de manera que podrías estar recibiendo una dosis doble de radiación cuando practicas un deporte de invierno.
Además de todo esto, ten en cuenta que ni la sombra ni el protector solar por sí solos pueden prevenir completamente una quemadura solar. El punto es usar tantos tipos de protección solar como sea posible, combinados, incluyendo ropa, sombreros, gafas de sol y sombra.