Purificar nuestra piel es algo que todas sabemos que debemos hacer y de tantas veces que lo hemos hecho, nos sale casi de forma natural. Seguro piensas que es sumamente sencillo pero lavarnos la piel correctamente encierra secretos y detalles que es posible que desconozcas. Incurrir en errores en este sentido se materializa en una sobreproducción de sebo y resequedad, entre otras cosas. Así que en este artículo vamos a examinar los errores que estás cometiendo al lavarte la cara.
Índice
Limpiar nuestra tez todos los días es primordial
Seguramente limpiar tu cara todos los días es una acción que haces de forma casi automática y piensas que no tiene ninguna directriz en sí. Pues la realidad es completamente diferente ya que este paso de la rutina de belleza sí tiene sus pautas y al no conocerlas, cometemos equivocaciones que nuestra piel termina pagando.
Primeramente, debes tener presente que la piel de nuestra cara no tiene las mismas características de la del resto del cuerpo y no se le pueda dar el mismo mantenimiento. Esto conllevaría a irritaciones, exceso de grasa, acné, etc. Vamos a ver a continuación, someramente, cómo podemos mejorar los cuidados hacia nuestra dermis.
Por añadidura, para hacer una mejora en estos cuidados, te recomendamos leer la siguiente publicación, que seguro será muy interesante para ti Doble limpieza facial: qué es y qué beneficios tiene
Para empezar a hacer las cosas mejor hay que tener claro cuánto veces hay que lavar la piel. Lo idóneo es limpiar nuestro rostro una vez en la mañana, para remover el sebo y células muertas que se quedan fijadas en nuestra piel luego de la renovación celular que ocurre cuando dormimos; y una vez antes de dormir. Esta última vez es crucial porque es menester retirar restos de maquillaje e impurezas para frenar el envejecimiento y otros problemas cutáneos.
Cumpliendo con lo de arriba, nuestra piel estará de verdad limpia. No obstante, higienizar nuestro cutis más veces de las ya indicadas, desencadena problemas que vamos a describir más adelante. Lo más importante aquí es saber mantener un equilibrio, como todo en la vida.
En otro orden de ideas, la manera en que lavamos nuestra piel tiene muchísima influencia. El agua y el jabón no son suficientes para disfrutar de una limpieza efectiva. De hecho, existe una técnica de belleza asiática llamada doble limpieza facial, que se está volviendo muy popular gracias a la hermosa piel que lucen las coreanas. En las siguientes líneas describiremos de qué se trata.
Teniendo esto como introducción, pasemos a examinar detalladamente cuáles son los errores que podemos cometer al lavar nuestro rostro. Por muy pequeños que algunos sean, tienen un impacto en el aspecto de nuestro rostro a largo plazo. Entonces presta mucha atención y toma nota de los errores en los que consideres que caes.
Echa un vistazo al articulo: Mejores limpiadores faciales
Usar el limpiador incorrecto
Esto es lo primero que debes revisar para ver si estás limpiando tu cara de forma correcta. Para poder disfrutar de una tez completamente limpia, debes usar un limpiador que se ajuste a las necesidades de tu tipo de piel. Cuando esto se cumple, el limpiador retirará toda la suciedad sin dejar tu piel árida o irritada. En caso de que tu cutis se caracterice por ser normal o seco, un limpiador con textura cremosa es una buena opción, pues no causará un desequilibrio en sus aceites naturales. Si por el contrario, tu rostro tiene tendencia a ser oleoso, un limpiador tipo gel no añadirá más grasa.
Otro consejo que podemos darte es no utilizar limpiadores con muchos químicos y perfumes. Leer la lista de componentes del producto que piensas comprar es una buena guía. Por otro lado, recuerda que el clima es un factor que afecta el estado de nuestra piel; el frío hace que ésta se reseque y el calor conduce a una mayor producción de grasa. Entonces debes ver cuál limpiador se adapta mejor al clima del momento. Podemos decirte que en los meses de verano, lo mejor es utilizar productos con composiciones ligeras y cuando llegue el frío, algo un poco más pesado.
Limpiar nuestro rostro sin lavarnos las manos
Antes de la pandemia de COVID-19, el hábito de lavarnos las manos antes de tocarnos la cara no estaba muy interiorizado, por lo que seguramente habrás caído en este error más de una vez. Por ejemplo, un día pudiste haber llegado a casa y no te lavaste las manos. Hiciste varias tareas y luego cogiste un algodón, le colocaste un poco de limpiador y lo deslizaste por tu piel, sin saber que ya habías contaminado el algodón, ensuciando aún más tu tez.
Se puede caer en este error al lavar nuestra cara en la mañana y por las noches. Aprende sobre la importancia de este hábito revisando el siguiente artículo ¿Por qué es importante lavarse la cara dos veces al día?
Esto ocurre porque nuestras manos son unas de las partes del cuerpo que más contacto tiene con el mundo exterior y van acumulando bacterias a medida que tocas interruptores de luz, tu teléfono inteligente, tu billetera, etc. Si tocas tu cara sin lavarte las manos, estarás transmitiendo estas bacterias o virus a tu cuerpo, a través de los ojos, nariz o boca. Así que si no quieres ensuciar más tu rostro y enfermarte, debes lavarte muy bien las manos antes de proceder con tu limpieza facial.
Colocar el limpiador sin seguir el adecuado procedimiento
Primeramente, la manera correcta de utilizarlo es aplicando un suave masaje con movimientos circulares, sin restregar con fuerza. Lo último es muy importante porque prevenimos enrojecimiento e irritaciones. Todo se trata de ser dóciles con nuestro rostro. Después enjuagamos y seguimos con el resto del ritual de belleza.
Por otro lado, si tu piel es propensa al acné y empleas un limpiador especializado para esto, no lo apliques en todo el cutis, solo en las zonas afectadas, pues la piel no es la misma en todas las zonas. La zona más problemática suele ser la T, compuesta por la frente, la nariz y el mentón.
Utilizas muy poco limpiador
Por cuestión de economía, procuramos de aplicar poco limpiador, para que nos dure por más tiempo. No obstante, cuando se trata de limpiar nuestro cutis, es necesario emplear una cantidad razonable que sea capaz de eliminar todo el maquillaje e impurezas que tengamos. No olvides darle un masaje a tu cara cada vez que lo limpies pues esto ayuda a sacar la tensión que se acumula en los músculos faciales.
Limpiar el rostro más veces de las necesarias
Como mencionamos en la introducción, purificar la piel dos veces al día es lo ideal. Empero, si esto se hace más de dos veces, la piel puede sufrir de irritaciones y mucha más producción de sebo porque estaríamos quitándole a la piel parte de sus aceites naturales y ésta buscará la manera de reponerlos. Toma en cuenta que si en cierto día no has usado maquillaje, no has hecho ejercicio ni empleado protector solar, no uses el limpiador y en su lugar utiliza agua micelar o agua en la noche.
No hacer una doble limpieza en caso de tener puesto mucho maquillaje
En caso de que te guste lucir mucho maquillaje, no es conveniente apresurarte con el proceso de limpieza pues para poder eliminar todo el maquillaje y las impurezas del día a día, una doble limpieza se hace necesaria. En este método se hace uso de un limpiador oleoso, hecho con aceite y de uno acuoso, elaborado con agua. Dedicarle más tiempo a tu rostro hará que no sufras de acné u otros problemas.
Hacer la limpieza facial en medio de una ducha
Esto seguramente lo hemos hecho todas. Nos metemos en la ducha y mientras lavamos nuestro cabello y cuerpo; también aprovechamos de lavar nuestro rostro. Pensamos que nuestro cutis ya está perfectamente limpio, lo cual no es cierto. Primero, el agua que usamos para bañarnos suele ser caliente y ésta reseca la dermis.
Por añadidura, no podemos olvidar que nuestro cabello está sucio y todas sus impurezas caerán sobre nuestro rostro, ensuciando nuestros poros de nuevo. Por lo tanto, una limpieza facial en la ducha no es eficaz. Entonces lo correcto es bañarnos y luego purificar nuestra cara en el lava manos, siguiendo la rutina establecida.
Llegados a este punto, te sugerimos usar alguno de los limpiadores faciales que describimos en este útil artículo Cómo hacer un limpiador facial casero
No enjuagar la piel de manera correcta
No emplear suficiente agua para retirar el limpiador es un tremendo error pues la grasa y partículas de suciedad que el producto logró retirar se quedarán en tu piel, lo cual tapa los poros y puede ocasionar alergias. Por lo que no se debe disminuir la cantidad de agua al aclarar, así tengas prisa. Las áreas más olvidadas en este paso son la parte donde nuestro cabello empieza a crecer, la nariz y la mandíbula.
Emplear agua caliente o muy fría
Como hemos mencionado someramente un poco más arriba, lavar nuestra cara con agua caliente no es la mejor opción porque a pesar de que nos relaja y abre los poros, produce una alteración en las grasas naturales de la piel, lo cual hace que nuestra piel produzca más grasa aún, siendo contraproducente.
Además, si usamos agua caliente a menudo, los niveles de elastina y colágeno se ven mermados, por lo que nuestro cutis envejecerá con celeridad. En otro orden de cosas, el agua fría cierra los poros, lo cual provoca que los productos que luego coloques no sean recibidos en tu piel por completo. Entonces ¿cuál es la mejor temperatura? El agua tibia, sin duda alguna. Esta mantendrá las grasas inherentes a tu piel y poros en perfecto equilibrio.
Exfoliar demasiado
Como sabes, exfoliar la piel es un tratamiento con muchos beneficios pues favorece el retiro de células muertas pero no hacerlo con la frecuencia debida puede desembocar en irritaciones y exceso de grasa. Lo idóneo es exfoliarla 2 o 3 veces por semana con productos que cuenten una textura granulada. Te recomendamos los exfoliantes naturales hechos con azúcar, pues son delicados con la piel.
Restregar una toalla en tu cara para secarla
Este es otro error en el que seguramente has incurrido. Debes tener presente que cuando frotas tu cara con una toalla, la estiras y la cantidad de colágeno que puedas tener se menoscaba. Si lo que tienes para secarte es una toalla, úsala con suaves toques o utiliza toallitas de papel con delicadeza. Otra cosa a tener en cuenta si escoges la toalla, es no tomar la primera que veas y que otras personas han empleado pues se encuentra sucia. Reserva una solo para tu cutis.
No usar productos con aceite
Con anterioridad, los limpiadores fabricados con aceite no eran recomendados para limpiar el cutis pues se creía que tapaban los poros. No obstante, se ha logrado demostrar que pueden ser beneficios para todo tipo de piel ya que el aceite descompone el sebo, entonces es capaz de ayudar en la purificación de la piel. Te sugerimos el aceite de argán, girasol y almendras. Lo que debes hacer es darte un masaje con el aceite y quitar el excedente con un pañito.
Hacer uso de muchos productos
¿Eres de esas mujeres a las que les encanta usar mascarillas, exfoliantes y demás cosméticos todos los días? Si piensas que emplear varios artículos hará que tu piel se ve más hermosa, estás equivocada. Como hemos explicado más arriba, exfoliar demasiadas veces es contraproducente y aplicarnos mascarillas todo el tiempo irá resecando tu piel. Por añadidura, tus gastos en estética estarán por las nubes. Lo mejor es disfrutar de mascarillas y demás productos de forma equilibrada.
Un producto que debes usar todos los días es un limpiador. En este artículo te dejamos ideas para limpiar tu rostro de forma natural X formas naturales de limpiarte la cara
No utilizar tónico facial
Solemos tener la creencia de que el limpiador facial es suficiente, empero nos hace falta más. Debemos complementar la limpieza y el cuidado con un tónico porque reajusta el PH de nuestra dermis y favorece a que tengamos los poros cerrados. Esto nos deja la piel lista para recibir los beneficios de las cremas y sérums que deseemos aplicar.
No hidratar ni humectar la piel tras purificarla
Es posible que una que otra vez hayas olvidado utilizar la crema humectante o hidratante por cansancio o descuido. Entonces es hora de refrescar su importancia y diferencia, para que así puedas saber cuál es la que necesita tu piel. Una crema hidratante es aquella que repone y brinda los niveles de agua que ésta requiere.
Por otro lado, un humectante favorece la recuperación de la grasa inherente de la dermis. Una piel seca necesita humectación, mientras que el resto de los tipos de piel requieren de hidratación. Si eres una mujer madura, un sérum puede ser otra buena opción ya que este producto es un concentrado de principios activos diseñados para ser absorbidos por la piel rápidamente. Uno de sus objetivos principales es mitigar los efectos de la edad.
Aguardar para colocar la crema hidratante
Si secas tu piel por completo para aplicar el hidratante, no estarás culminando tu ritual de belleza de la mejor manera. Lo más recomendable es aplicar la crema sobre el cutis húmedo luego de haberlo limpiado y tonificado. Esto es debido a que el rostro húmedo tiene una mayor capacidad para absorber los principios activos de cualquier producto, teniendo así una mejor acción.
Irte a dormir sin lavar tu piel
Esto es algo que no debemos hacer, sin importar qué tan cansadas estemos porque terminaremos sufriendo de problemas de acné, alergias, arrugas prematuras y demás problemas cutáneos. Siempre hay que limpiar nuestra cara antes de irnos a dormir, incluso si no hemos empleado maquillaje ya que grasa, sudor y la polución del mundo exterior se fijan en nuestra dermis, obstruyendo nuestros poros.
Emplear solamente toallitas desmaquillantes
Este tipo de producto fue muy popular cuando salieron al mercado y lo siguen siendo, debido a lo práctico de su uso. No obstante, después de varios estudios, expertos se han dado cuenta que no son el medio más idóneo para sacar todo el maquillaje e impurezas de la piel. Aquí no te estamos diciendo que dejes de usarlas sino que destines su uso para ocasiones especiales, donde no podemos llevar a cabo nuestra rutina de limpieza.
Antes de seguir, te recordamos emplear un tónico facial en tu ritual de belleza. Aquí te damos toda la información relevante con respecto a este producto Para qué sirve un tónico
Por ejemplo, cuando nos hemos ido de viaje, pasamos la noche en casa de otra persona o de verdad no tenemos suficiente tiempo debido a un imprevisto. Como ves, son momentos puntuales. Del resto, nuestro limpiador facial no debe ser reemplazado. Otra opción cuando nos hallemos en algún apuro es el agua micelar, el cual se puede llevar en nuestra cartera y es rápida de utilizar.
El estilo de vida contemporáneo
Actualmente y aún más gracias a la pandemia de COVID-19, nuestros vidas están cargadas de estrés, preocupaciones y premuras. Siempre nos quejamos de no disponer de tiempo para nosotras. De igual manera, queremos presumir de una tez envidiable y sin mácula, a pesar de que no hemos dispuesto de un espacio para relajarnos y mimarnos.
Debes empezar a interiorizar que nuestro cutis necesita de tu atención para mejorar su aspecto, por lo que una limpieza rápida no basta. Por lo que vale la pena reordenar tu agenda y dedicar un momento para tu cuidado facial. Nuestro consejo es escoger un día, puede ser durante el fin de semana, y enfocarte en tu auto cuidado; aplicarte una mascarilla y un exfoliante, por ejemplo. No olvides destinar un espacio en la mañana y en la noche para tu limpieza facial diaria.
En tu sistema de limpieza diaria, no dudes en incluir un tónico facial natural. Aprende cómo hacerlo leyendo lo siguiente Cómo hacer un tónico facial casero
En definitiva, la limpieza facial guarda más detalles y normas de las que pensabas pues todas solemos pensar que lavar nuestra cara es simplemente usar agua y jabón. Como ya viste, es algo que va mucho más allá y que requiere de nuestra atención. Entonces lo que debes hacer es identificar los errores en los que has incurrido, tomar nota y tener la disposición de cambiar ciertos hábitos, para lucir una piel de porcelana.